Exageración por los genes Hox

por Dr. David A. DeWitt
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Se ha probado la Macro-evolución?

Profesor Asociado de Biología, y Director Asociado de Estudios en Creación en Liberty University

Por la promoción exagerada del comunicado de prensa, parecería que la evolución fue finalmente probada de una vez por todas y que los creacionistas deberían simplemente rendirse e irse a casa. Pero lejos de refutar la creación, ¡la evidencia científica es completamente consistente con la Creación!

Parte del comunicado de prensa de la Universidad de California en San Diego (UCSD) decía:

‘Biólogos de la Universidad de California en San Diego han encontrado la primera evidencia genética que explica cómo se producían las grandes alteraciones corporales durante la fase inicial del desarrollo evolutivo de los animales…. El logro es un hito en la biología evolutiva, porque no sólo muestra que es posible generar nuevos planes corporales a partir de una mutación genética única, sino porque da respuesta a la crítica principal que los creacionistas han hecho en contra de la evolución--la ausencia de un mecanismo genético que pueda permitir a los animales introducir diseños corporales nuevos y radicales.’

Los biólogos evolucionistas postulan que el diseño corporal del insecto de seis patas evolucionó de ancestros con apariencia de crustáceos (incluyendo criaturas como el camarón) que perdieron el la mayoría de patas.1 Un cambio tan radical requeriría una mutación(es) que resultara (n) en la supresión del desarrollo de las patas. McGinnis y sus colaboradores creían que habían encontrado la mutación y el gen responsable de este cambio. Sin embargo, un examen cuidadoso de sus esfuerzos revela que la situación es mucho más complicada.

Los científicos estaban investigando el Ubx, una clase de gen del tipo llamado Hox que suprime el desarrollo de patas en las moscas. Los genes Hox son interruptores maestros que controlan el diseño corporal. Genes específicos Hox pueden controlar dónde se forma la cabeza, dónde se forman las extremidades, o una cola o incluso alas. Estos interruptores maestros trabajan como interruptores de un circuito y prenden o apagan una serie de otros genes. Los genes Hox se pueden expresar en lugares anormales previniendo el desarrollo de estructuras o promoviendo su desarrollo en lugares poco usuales. Por ejemplo la expresión Pax-6 controla el desarrollo de los ojos. Una mosca con una expresión anormal podría formar un ojo en una pata, en la antena o incluso el abdomen.2

Los investigadores encontraron que el gen Ubx de una mosca prevenía completamente el desarrollo de las patas mientras que el mismo gen de un Artemia, un camarón salmuera, sólo suprimía el desarrollo de las patas en un 15%.  Ellos mutaron luego el gen Ubx del Artemia y encontraron que esta versión era más efectiva para bloquear la formación de patas.  Entonces postularon que una mutación así ocurrió probablemente en los crustáceos que eran los ancestros de los insectos de seis patas.3

El hecho que los científicos puedan alterar significativamente el diseño corporal no prueba la macro-evolución ni refuta la creación. Una macro-evolución exitosa requiere la adición de NUEVA información y NUEVOS genes que produzcan NUEVAS proteínas que se encuentran en órganos y sistemas NUEVOS.

Por ejemplo, una sola mutación que pudiera prevenir que las patas se formaran es muy diferente a una mutación que produjera patas, en primer lugar. Hacer una pata requeriría que un gran número de genes diferentes se presentaran simultáneamente. Aún más, ¿de dónde vienen las alas? Sólo porque un organismo pierda unas pocas patas no convierte una criatura con apariencia de camarón en una mosca. Puesto que los crustáceos no tienen alas, ¿de dónde viene la información para hacer las alas en las moscas?

Incluso tener las alas no es suficiente. Investigadores en otro estudio han encontrado que la localización subcelular de las enzimas metabólicas es importante para la contracción muscular funcional que se requiere para el vuelo.4 Sin duda, las enzimas metabólicas deben estar muy cercanas a las proteínas cito-esqueléticas que están involucradas en la contracción muscular. Si las enzimas no están en el lugar exacto en que se necesitan dentro de la célula, las moscas no pueden volar. Este estudio implica el hecho que ‘la presencia de enzimas activas en la célula no es suficiente para el funcionamiento muscular; se requiere una co-localización de las enzimas.’  También ‘… requiere un sistema celular altamente organizado.’

Por lo tanto, los cambios en el diseño corporal–no importa qué tan dramáticos–no prueban automáticamente la macro-evolución. Estructuras perdidas, o que se desarrollan en otro lugar, no deben igualarse al incremento de información que se necesita para formar nuevas estructuras y sistemas celulares.

Referencias

  1. Ronshaugen, M, McGinnis, N, y McGinnis, W. Nature publicación avanzada en línea, 6 de Febrero de 2002 (DOI 10.1038/nature716).
  2. Halder, G, Callaerts, P, Gehring WJ.  Science 267:1788-92 1995.
  3. Ref. 1.
  4. Wojtas K, Slepecky N, von Kalm L, Sullivan D.  Mol Biol Cell  8:1665-75 1997.

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