Casi listo para ver el mundo: Semana 18 en la vida de un bebé no nacido

A las 18 semanas después de la fecundación (edad gestacional de 20 semanas), el bebé no nacido se está preparando rápidamente para la vida en el mundo fuera del vientre. Mientras el embarazo está en su punto medio, la mayoría de los bebés en este punto están tan solo a unas semanas de poder sobrevivir como un (bebé) “microprematuro”. De hecho, algunos han podido sobrevivir en esta etapa.

La piel del bebé tiene dos capas diferenciales: la dermis y la epidermis. Esta delicada piel está protegida por una capa de pelo suave llamada lanugo y la capa protectora de color blanco llamada vérnix caseoso, sostenida por el lanugo.

Placa en la exposición “Fearfully and Wonderfully Made” del Creation Museum (Museo de la Creación)

La madre seguramente habrá notado que las hormonas del embarazo le han dado uñas más fuertes y pelo más grueso. El embarazo es a menudo ya notorio en este punto, y la madre puede sentir los movimientos de su hijo en el vientre. El bebé tiene una altura de tan solo 16,5 cm y por ende todavía tiene suficiente espacio para moverse1.

Protegido parcialmente

Este periodo en la vida del bebé es importante por otra razón: en muchos estados de los Estados Unidos, él o ella está por lo menos parcialmente protegido(a) de un aborto provocado. Sin embargo, algunos estados no tienen límite con respecto a la etapa en el que un bebé puede ser asesinado en el vientre y aquellas mujeres que están totalmente decididas pueden viajar a dichos estados para abortar2. Es claro que el aborto es un pecado en cualquier etapa del embarazo y cuando procedes a abortar en la etapa previa al nacimiento del bebe, a unas cuantas semanas para salir y sobrevivir en el mundo exterior, fuera del vientre de su mamá, pone aún más en evidencia lo erróneo de esta práctica del aborto, ante cualquier persona que esté dispuesto a analizar esta situación y estos hechos.

La mujer en esta etapa (y en cualquier otra) del embarazo, que se halle incapaz o que no esté dispuesta a criar a un hijo en este punto de su vida, debería optar por la alternativa próvida de la adopción, dándole la oportunidad a su hijo inocente de vivir y crecer, bendiciendo a una familia que espera por adoptar.

Cuánto gozo trae la llegada de un niño o niña, ya sea que él o ella nazca en el seno de su familia biológica o adoptiva. ¡Los niños llenan los hogares de risas, sonidos y felicidad! ¡Ellos sonríen, hacen gestos graciosos, y llenan nuestros días y años con muchas aventuras! Cuán emocionante son los días por venir, por todo lo que la familia aprenderá y la madurez que este nuevo desafío trae consigo. En realidad, ¡Qué gozo! Dios utiliza a los niños para moldear la forma en que vemos y vivimos la vida y, principalmente, para asemejarnos a Su Hijo Jesús en Marcos 10:13-15 y en Mateo 18:1-4 leemos cómo los niños nos pueden enseñar las verdades de Dios y para muchas familias, la adopción les proporciona esta increíble oportunidad. La adopción es una excelente opción próvida para familias que tienen espacio en su corazón para incorporar a otro miembro.

Tristemente, los niños son a veces removidos de sus familias por su propia seguridad y con frecuencia sufren en el sistema de cuidado tutelar. Basado en estadísticas publicadas en el 2021 por Statista Research Department, existen 122.000 niños disponibles y esperando ser adoptados en los Estados Unidos3.

Los niños necesitan atención, cuidado, amor y estimulación para crecer y desarrollarse bien. Necesitan la guía y el cuidado de los padres: ellos necesitan una familia. Sin estas cosas, los niños pueden crecer con discapacidades emocionales y cognitivas, y las estadísticas muestran porcentajes más grandes de desempleo y condenas criminales, junto con otros problemas4. Pero Dios puede usar la adopción para mejorar las vidas de dichos niños, al imitar la forma en que él nos adoptó para salvarnos y darnos vida eterna. Se realizan más de un millón de abortos cada año. La adopción puede salvar a aquellas vidas también.

Ejemplos bíblicos

La Biblia nos cuenta varias historias de adopción.

Moisés:

Este rey, usando de astucia con nuestro pueblo, maltrató a nuestros padres, a fin de que expusiesen a la muerte a sus niños, para que no se propagasen. En aquel mismo tiempo nació Moisés, y fue agradable a Dios; y fue criado tres meses en casa de su padre. Pero siendo expuesto a la muerte, la hija de Faraón le recogió y le crio como a hijo suyo. (Hechos 7:19–21)
Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué. (Éxodo 2:10)

La reina Ester fue criada por su primo, Mardoqueo, quien la tomó como su propia hija cuando su padre y madre murieron.

Y había criado a Hadasa, es decir, Ester, hija de su tío, porque era huérfana; y la joven era de hermosa figura y de buen parecer. Cuando su padre y su madre murieron, Mardoqueo la adoptó como hija suya. (Ester 2:7)

Aquí vemos a Mardoqueo hacer realidad el verso en Santiago 2:27 “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones...”.

Jesús fue adoptado por un padre terrenal. “Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.” (Mateo 1:18) José cuidó a Jesús como su propio hijo.

¡Todos adoptados!

¡Los creyentes son adoptados! Esa es la historia más hermosa de la redención. Los cristianos son hijos e hijas adoptados por Dios “para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.” (Gálatas 4:5). Él hizo esto a través de Jesús: “En amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad” (Efesios 1:5).

Adopción es la historia cristiana de la redención eterna: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan1:12). Es también la historia del rescate terrenal, criar hijos en el amor y obediencia al Señor, su creador.