Movimiento: Semana 21 en la vida de un bebé nonato

Un bebé “delgado”

A las 21 semanas después de la fertilización, la “apariencia” de un niño ha sido la de un bebé por algún tiempo, ¡aunque está solo a un poco más de la mitad del embarazo! Un bebé que nace en este punto puede ser salvado algunas veces gracias a cuidados médicos avanzados.1 Entre más prematuro sea el bebé, mayores las posibilidades de que padezca incapacidades y tenga problemas médicos como consecuencia de ello. Pero a medida que los tratamientos médicos avanzan, ¡también lo hace la prognosis de dichos bebés “microprematuros”!

La cabeza, el cuerpo y las extremidades del bebé aparecen ahora proporcionadas entre sí. Todos los órganos se han desarrollado y están en el proceso de maduración. La piel es tan delgada como un papel y se ve suelta porque la grasa debajo de ella aún no se ha desarrollado. Los huesos del bebé son visibles a través de la piel translúcida. Durante las próximas semanas, el colágeno hará que la piel del bebé sea más opaca y esté lista para el mundo exterior. El bebé también ha desarrollado una capa de bello fino llamado lanugo, el cual se caerá durante las primeras semanas después del nacimiento. El cabello de la cabeza del bebé también está empezando a crecer. Algunos bebés nacen con la cabeza poblada de cabello, mientras otros son completamente calvos al nacer ¡y pueden quedarse así por meses!

Modelo de la exposición y del libro “Fearfully and Wonderfully Made” del Creation Museum (Museo de la Creación)

El bebé de 21 semanas pesa más o menos 1,1 libras, mide 20 cm, y doblará su peso durante el mes siguiente. En este punto, el cuerpo de la madre responde al bebé en desarrollo expandiendo su caja torácica para acomodar la barriga de embarazo. Este también es el tiempo en el que las mujeres pueden empezar a notar estrías de embarazo.

¡Un bebé ocupado!

La madre en este punto puede sentir los movimientos de su bebé y puede inclusive discernir la “rutina” de su bebé, porque el bebé es más activo en algunas ocasiones y en otras no. La madre también puede notar que el bebé reacciona a bebidas frías o calientes y está más activo después que ella come. Desafortunadamente, ¡la rutina del bebé puede ser muy diferente a la de su mamá! A menudo, una madre notará que su bebé comienza su actividad cuando ella se está preparando para acostarse a dormir en la noche.2 Esto se debe a que cuando la madre está ocupada y activa, sus movimientos mecen al bebé hasta que se duerme. Cuando ella deja de moverse, ¡el bebé se despierta!3

El bebé también puede escuchar sonidos del mundo de afuera, pero solo puede escuchar sonidos de tono bajo, como la voz de un hombre o el ladrar de un perro. El bebé también empieza a practicar su respiración y a deglutir. Una ecografía a veces sorprende al bebé chupándose los dedos pulgares.

Cada semana, el bebé presenta más características personales por derecho propio. Los hitos físicos y de desarrollo que los doctores chequean después del nacimiento son una continuación natural de los procesos que empezaron en la fertilización. Entre más lindo se ve el o la bebé, las personas generalmente tienden a darle a él o a ella sus derechos por separado de su madre. Inclusive cuando las personas que le hubieran concedido a la madre el “derecho” de matar a su bebé en el primer trimestre, son aprensivas de terminar la vida del bebé en esta avanzada etapa de su desarrollo. Sin embargo, la condición de persona del bebé y su valor fueron determinados en el momento de la fertilización, no a medida que pasa el tiempo como resultado de desarrollo posterior.

En la Biblia, podemos ver el valor de un bebé en el antiguo pacto. Si un bebé nonato muere como resultado de un altercado físico, la vida del bebé es considerada tan valiosa como la de un adulto, como se ve en la pena de muerte impartida al alborotador (Éxodo 21:22-25). Dios estableció la condición de persona de un bebé nonato, tal como la de aquellos en la semana 21 de su desarrollo, mucho tiempo antes de la medicina moderna del siglo XXI.